Ir al contenido principal

Entradas

Los últimos ídolos y el paso del tiempo

Entradas recientes

Landismo

  "Ojo a Landa que se ha ido muy atrás en este grupo. (...) Está cediendo, está cediendo Mikel Landa. (...) Puede ser el final de la lucha por la clasificación general para el corredor alavés..." Una vez más. Y te lamentas, y juras sobre tu sofá, confiando en que sea un mal momento pasajero y que ayudado por sus compañeros, que van todos como aviones, consiga enlazar otra vez. Haces como que no ves su cara y sus resoplidos, cada vez que cambian la cámara de los favoritos o de la cabeza esperas verlo llegar a su paso, pero nada. Otra vez las opciones de ganar se quedan en nada.  Y te acuerdas, del Giro de este año, que venía como un tiro y parecía que esta vez era la buena, pero caída en la 5ª etapa, clavícula rota y adiós.  Del Tour 2019, con un Nairo que "no tenía fuerzas" y no pudo (quiso) trabajar para Mikel. O del "puto Yates, que es retrasado" en aquel Giro 2019 que nos acabó birlando Carapaz y encima el bueno de Landa se alegró por su compañero (que

Día 2. Podría haber sido peor

Podría haber sido mejor. Otro susto, uno más, otro de esos en los que todo el mundo te dice "te vas a matar cualquier día...", una cicatriz más para la colección. La barbilla, el codo, la rodilla, la palma de la mano... Todas cuentan historias de torpeza y suerte. Después de meses de curro intensivo, sin fines de semana ni horas para entrenar y disfrutar, llegaban los días de montaña, sol, nieve, carreras, y seres queridos. Se venían semanas de disfrute. Y lo estaban siendo. Hasta que en las profundidades de un charco (¿una piedra? ¿una rama?) algo clavara en seco mi rueda delantera y me diera de bruces con la realidad. Clavícula rota. Joder. Qué mala suerte. Además, la dura realidad de saber, desde el mismo momento en el que me levanto, que me he roto, y que todas los proyectos e ilusiones que tenía se van a la mierda. Inmediatamente, mi cabeza borra esquemas y calendarios, y por pura inconsciencia, empieza a hacer nuevos. Es ridículo, porque ni siquiera he sa